La Federación Sindical Mundial, la voz combativa y clasista, que representa a 105 millones de trabajadores que viven, trabajan y luchan en 133 países de los 5 continentes, honra el 137 aniversario de la lucha de los trabajadores en Chicago en 1886 que constituyó un hito duradero de la clase obrera y un faro luminoso para las luchas de hoy y de mañana por un trabajo estable y con derechos, seguridad social, sanidad y educación públicas, gratuitas y universales, una vida digna.
En la actualidad, la crisis del capitalismo se está agravando a lo largo y ancho del planeta, lo que se traduce en la violación abierta de los derechos democráticos y sindicales, el deterioro de las condiciones de trabajo y de vida, y la dramática ampliación de las desigualdades sociales, la pobreza y la explotación. El gran capital y sus representantes políticos utilizan el pretexto de la crisis capitalista de todo tipo para atacar incluso los derechos democráticos y sindicales más fundamentales, como el derecho de huelga, de manifestación y de organización. Hacen todo lo posible para trasladar las consecuencias de la crisis a los hombros de la clase obrera, los pensionistas, los agricultores y la parte más pobre de los autónomos.
El aumento incontrolable de los precios, especialmente de los productos de primera necesidad, así como la “pobreza energética”, es otra forma de recortar los salarios y de proteger y aumentar los beneficios, lo que se traduce en más pobreza y en el deterioro del nivel de vida de los trabajadores. Una vez más quieren que los pueblos y los trabajadores paguen su crisis. Pero los trabajadores no están dispuestos a cargar con la factura. Este mensaje se oye alto y claro en cada vez más lugares de trabajo, en cada vez más países.
Las afiliadas a la FSM, en el espíritu militante del reciente 18º congreso que celebramos en Roma hace un año, están a la vanguardia de estas luchas, exigiendo la satisfacción de las necesidades contemporáneas de los trabajadores a todos los niveles: salario, empleo, seguridad social, atención sanitaria, educación, cultura. Reforzamos nuestra oposición contra las privatizaciones y las políticas antiobreras, estamos al lado de la mujer trabajadora en lucha, la que sufre la doble explotación luchando por la igualdad de derechos al trabajo, a la sociedad y a la vida. En la misma dirección, continuamos nuestra lucha a favor de los jóvenes que siempre son las primeras víctimas de la crisis capitalista y de los migrantes que son explotados como mano de obra barata. Estamos codo con codo con las partes vulnerables de la clase trabajadora, exigiendo ingresos dignos para los trabajadores subempleados, puestos de trabajo adecuados para los desempleados y pensiones decentes para los jubilados. Reforzamos nuestras acciones militantes para garantizar todos los derechos y libertades laborales, y que los convenios se apliquen en la práctica en lugar de ser palabras vacías en los papeles. Estas luchas se dan sin descanso y sin tregua a pesar de la agudización de la represión estatal y del autoritarismo, desgraciadamente con la tolerancia o incluso la colaboración de dirigentes sindicales entreguistas junto a sindicatos amarillos que se alinean a las órdenes del capital.
Además de las secuelas de la pandemia y la crisis económica, la burguesía quiere que la clase obrera pague también el precio de la guerra imperialista de EEUU, la OTAN y la UE con Rusia en Ucrania. Reiteramos nuestra firme solidaridad internacionalista con los pueblos que sufren. Exigimos el fin de la guerra en Ucrania, la eliminación de todas las guerras imperialistas, la retirada y el desmantelamiento de la OTAN y de todas las coaliciones militares, y la abolición de las armas nucleares. Intensificamos nuestra lucha para garantizar el derecho de los pueblos a vivir en paz y a determinar libre e independientemente su presente y su futuro. Luchamos para poner fin a las guerras económicas y a las sanciones como medio de promoción de los intereses imperialistas extranjeros en países soberanos e independientes. Exigimos el fin inmediato de los embargos criminales contra la Cuba socialista y el crimen continuo contra el pueblo palestino. Nuestras armas más poderosas son el INTERNACIONALISMO y la SOLIDARIDAD. Ningún trabajador debe sentirse solo.
La FSM con motivo del 2023 Día Internacional de los Trabajadores transmite su saludo caluroso, internacionalista, militante y de clase a todos los trabajadores en lucha y a todos los sindicatos combativos que incansable y decididamente llevan a cabo la lucha diaria por la dignidad, por la satisfacción de la necesidad contemporánea de la clase obrera y de las capas populares. Intensificamos nuestras acciones comunes en todos los sectores, en todos los países, en todos los continentes, por la emancipación de la clase obrera, para satisfacer nuestros propios intereses y necesidades de clase; contra la causa fundamental de la pobreza, la miseria, las guerras y los refugiados; para construir una sociedad justa centrada en el ser humano, con condiciones de vida y de trabajo dignas para cada ser humano, una sociedad libre de la barbarie capitalista y de la explotación del hombre por el hombre.
Llamamos a todos los afiliados y amigos de la FSM a honrar el Día Internacional de los Trabajadores bajo las consignas y banderas de la FSM:
-La solidaridad internacionalista: el arma de la clase obrera
-Nos negamos a pagar su crisis
-Parar los bloqueos imperialistas y las guerras económicas
SECRETARIADO FSM